Los elegidos por los Dioses. 16.

Me despierto el primero gracias a que el La luz del sol me da de lleno en la cara, lo primero es pensar en lo que pasó anoche. ¿Se puede decir que tengo novia? Es raro, aclararé las dudas cuando Kath despierte.
Vuelvo a dormirme y parece que hayan pasado horas pero en realidad  solo han pasado 15 minutos, estoy descansado y cierro los ojos un segundo. Noto un peso encima mio acompañado de una risita, si. Es Kath.
-Buenos días.--Me susurra.
-Buenos días.--Respondo adormilado.
-¿Qué tal has dormido?--Pregunta.
-Después de lo de ayer, ¿Tú que crees?

Se rie y me besa, medio cuarto se nos queda mirando con cara de sorpresa y hay algunos murmullos y de repente entra Matt como una exhalación. Me coge del cuello de la camisa y me lleva fuera del cuarto y cierra la puerta.
-Tú, ¿Estás con mi hermana? ¿En serio?--Dice furiosamente.
-SI, SI LO ESTOY.
-Mira forastero, me has caido bien, pero como le hagas derramar una sola lágrima te mato.--Me amenaza.--¿Te acuerdas de los vagabundos de los que te salvé? Pues eso no es nada comparado con lo que te podría pasar. ¿Queda claro?
-Si. Tranquilo.
-Muy bien, me tengo que ir que la misión de hoy es muy peligrosa.

Se va y me quedo de piedra, ha pasado todo demasiado rápido. Se abre la puerta de golpe y  aparece Kath.

-¿Qué te ha hecho? ¿Te ha pegado? Dios Eick, que mi hermano es muy impulsi...
-Tranquila, tranquila estoy bien. Solo hemos hablado, no pasa nada.

Me abraza y nos vamos al comedor, hoy es día libre así que tenemos todo el día para estar juntos, cosa que me alegra, en todo el día no nos hemos separado, hemos comido, vamos al parque dónde nos sentamos hace unos días viendo a los niños jugar, y por la tarde vamos al bosque, justo el sitio donde nos besamos por primera vez, vemos el atardecer juntos. Yo no soy tan sentimental pero no sé que me está pasando, esta chica me está cambiando y me gusta y no me gusta. No voy a cambiar por nada del mundo por muy perfecta que sea esa persona, pero ponerse sentimental de vez en cuando no está mal.

-Eick, ¿Te puedo preguntar una cosa?
-Claro.
-¿Por qué te gusto?
-No lo sé, simplemente tienes algo, es que es más que obvio que tienes defectos, como todo el mundo. Pero en cambio eres especial, y no lo digo porque me gustes. Desde que te vi me ha atraído algo de ti que a día de hoy no consigo saber que es. Simplemente me gustas y punto. En lo especial que eres está tu encanto y eso me gusta.

Se pone roja cual tomate, nos besamos una última vez y nos vamos a la residencia. Al llegar nos topamos con una desagradable sorpresa.
Matt está herido de gravedad y tiene sangre por todo el pecho y las piernas no puede articular palabra, solo gritos y sollozos.