jueves, 19 de diciembre de 2013

Los elegidos por los Dioses. 19.

Si, Kath está sangrando. Su camiseta negra adopta un tono granate en la zona del vientre debido a la sangre que brota. Estoy alterado y veo al guardia que la ha disparado, se me calienta la cara y vuelvo a sentir esa sensación que experimenté cuando Kath me pegó en el entrenamiento. Una furia se adueña de mi cuerpo y siento el impulso de destrozar a ese guardia. Corro a toda velocidad hacía el y cuando estoy a menos de 10 metros él se gira con el rostro contraído del miedo. Suelto un grito atronador y le pego de pleno en la nariz, se cae al suelo y le empiezo a pegar patadas en las costillas una, dos, tres veces. Sigo y  de repente un dolor agudo se extiende por todo mi brazo, un guardia me ha pegado un tiro en el hombro. Pero ese mismo guardia cae sin previo aviso y veo que brota sangre de su cuello. Isabella lo ha matado, lo ha apuñalado. Debido al subidón de adrenalina apenas siento dolor y sigo pegándole al guardia. Ya no grita, esta inmóvil y frío.
Muerto.
De repente todo el subidón desaparece y me duele mucho el brazo, he matado a alguien. Pienso en Kath, ¿Cómo está? Me giro y a lo lejos veo a Mario con Kath en los brazos.
-Campbell, ve con Isabella a por esa rata de cloaca. Rápido.--Ordena Mario.
-Enseguida.

Veo a Isabella que me llama.

-Eh tú, ya tengo a este cabrón. Vámonos de aquí.--Me comunica Isabella.
-Vale, sígueme.

Pero Isabella empieza a gritar y Tal Jisk el hombre que buscamos sonrie. Ha matado a Isabella, siento miedo. Me mira con desdén.

-Bien, chaval. Déjame ir si no quieres acabar como ella.--Me amenaza.
-Jamás te dejaré escapar, maldito. ¡Por tu culpa Kath está entre la vida o la muerte!
-Yo no os he pedido que viniérais a matarme pero mira como habéis acabado.

Aunque las piernas me fallan corro directo hacia él y en el momento justo realizo una finta y recogo la pistola de Isabella. Me retiro unos metros atrás del cuerpo inerte de Isabella.

-No me dispararás, lo sabes.
-¿Ah, no?
-No, eres un niñato desterrado sin cualidades ni posibilidades de prosperar en esta vida. Eres una mierda.

Le disparo y acierto en una pierna, grita. Ahora le disparo en la otra pierna, ahoga un grito.
-¡MALDITO SEAS, NIÑATO!--Exclama.

Necesitamos llevarlo a Klac-Balash. Le pego en la parte de atrás del cráneo con la culata de la pistola. Inconsciente.
Aparece Mario con Kath ya consciente y nos llevamos el cuerpo inconsciente de esa rata llamada Tal Jisk.

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