jueves, 12 de diciembre de 2013

Los elegidos por los Dioses. 17.

-Matt, Matt. Joder Matt ¿Qué te ha pasado?--Pregunta Kath.--Matt responde.
-Tranquila chica, está estable.--Dice el médico.
-Eh, Kath. ¿Te lo has pasado bien con Eick?--Susurra Matt.

Kath lo abraza y él intenta zafarse de las vías y se quita la mascarilla. Sin previo aviso llegan Alexia, Oliver y Zack.
-Antes de que habléis os quiero comunicar un mensaje de la rata inmunda de César Miles.--Empieza Matt.--Primero me ha disparado con una pistola que parece creada por los Metk, seguro que tiene a varias personas con el agua al cuello. Prosigo: Me ha comunicado que sus planes no son de nuestra incumbencia, aunque él no sabe de la existencia de este lugar estoy seguro de que puede hacernos daño. Me ha dicho que dejemos de espiar a los Trem, que no vale la pena y que como sigamos persiguiéndole en busca de pruebas lo pasaremos mal así que  quiero pedir un cese de misiones durante un tiempo determinado, sobretodo para evitar muertes innecesarias, si coge a uno de los nuestros podría ser un problema muy gordo así que prefiero que evitéis problemas.
Seguramente su seguridad aumente considerablemente, y mis informes dicen que su influencia está siendo cada vez mayor, tiene varias personas cubriéndole el culo, yo iría a por sus personas de confianza y las interrogaría. No nos arriesguemos por favor. Ya ha habido demasiadas bajas. Os agradecería que me dejarais solo durante mi estancia en enfermería, serán unos días. Y tú Kath no te preocupes por nada, estaré bien. Vete con Eick, que por lo que he visto te cuida muy bien. Ahora iros.
-Yo estoy de acuerdo contigo.--Dice Oliver. Y a continuación los otros dos jefes también.

Nos vamos todos y me quedo con Kath en la parte de atrás del edificio. Es un pequeño jardín cara a un bosque desconocido para nosotros.
-Kath, ¿Cómo estás?
-Ahora bien.
-Menos mal, no soportaba verte tan afectada, tu hermano estará bien. Es muy fuerte.
-Eick, si te viera así de herido no sé como reaccionaría. Sería una experiencia horrible.

Se pone a llorar discretamente y la rodeo con el brazo como si así la pudiera proteger de todo mal y peligro.

-No te preocupes por mi, déjame protegerte. Déjame hacerte feliz. Déjame que sea un "nosotros" y no un "tú y yo".

Parece que se ha tranquilizado y nos quedamos abrazados durante bastante rato viendo como el sol artificial va desapareciendo poco a poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario