jueves, 26 de diciembre de 2013

Los elegidos por los Dioses. 22.

Me he pasado la noche soñando con Lea y la situación es frustrante, he dormido fatal y no paro de pensar en porque esa chica de repente me atrae de esta manera. Al contrario que Vin, me hace echarme para atrás.
Ya luce el sol y todos los de la habitación salimos empujando a los que están delante nuestra de modo que voy dando tumbos, incluso noto que me tocan el culo. No sería tan malo si todos los que estuvieran detrás mio fueran chicas. Muy a mi pesar son todo chicos de mi misma edad. Por fin logro salir de esa marea de cuerpos directo al comedor y cojo sitio en una mesa donde estoy solo, a lo lejos veo a Lea con otra chica me quedo mirándola fijamente y sin darme cuenta está a pocos metros de mi y se sienta en mi misma mesa.
-Hola, Eick.--Dice en tono alegre.-- ¿Qué tal has dormido?
-Bien, ¿Y tú?--Miento, no podría decirle que he soñado con ella.
-Muy mal, he tenido un sueño rarísimo. Y lo más extraño es que aparecías tú. Y no sé en que consistía el sueño.
-Es muy extraño.--Digo en tono sorprendido.

Su sinceridad me pone aún más nervioso, aparte de no dejarme dormir, ha soñado lo mismo que yo. Cojonudo.
-Bueno Eick, me voy. Chaito.
-Chaito.--¿En serio he dicho "Chaito"?--Digo...Adiós.

Salgo del comedor y como tengo el día libre me dedico a hacer el vago todo lo que puedo pero sin motivo alguno empiezo a pensar en Kath y en Lea. ¿Qué me pasa con Lea? Desde que la vi no he parado de pensar en ella y apenas hemos hablado. No me gusta nada esta situación mientras Kath ha perdido la memoria. No puedo hacerle esto, yo quiero a Kath, solo a Kath.
O eso quiero pensar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario